lunes, 23 de diciembre de 2013
viernes, 18 de octubre de 2013
Qué necesito para emprender mi proyecto
Rafael J. Avila D.
Antes de emprender un proyecto, es muy recomendable definir
su modelo de negocios y traducir éste a un modelo financiero que nos permita
analizarlo, evaluar su factibilidad económico-financiera, para ver si vale la
pena o no emprender, dados unos escenarios, y tomar la decisión; tal vez de las
más importantes de nuestra vida.
¿Definir el modelo de
negocios? ¿De qué se trata?
En resumidas cuentas, se trata de armar el Motor de
Ganancias, para ver si el negocio es Rentable, y la Inversión
Necesaria para lograr eso.
En el proyecto se toman Decisiones Fundamentales y trade-offs para generar ganancias; es
decir, sacrifico recursos (costos y gastos) esperando una contraprestación
(ingresos). Las decisiones son en relación con:
·
Fuentes
de Ingresos: cuántas son, de qué tipo, tamaño e importancia de cada una,
crecimiento esperado de cada línea de ingresos, etc.
·
Gastos/Costos
Clave: cúales tienen mayor impacto, cuáles son fijos o variables (los
definiremos más adelante), cuáles son recurrentes, tamaño e importancia,
tendencia, etc.
·
Tamaño de
la Inversión: monto inicial, capital de trabajo, plazos para próximas
inversiones, etc.
·
Factores
de éxito / riesgos: importancia, dificultad, cambios en el tiempo, sensibilidad,
etc.
Todo esto para responder las siguientes preguntas:
¿Probabilidad de que el negocio genere flujo de caja
positivo? ¿En cuánto tiempo lo generaría?
¿Monto de inversión necesaria? ¿Cuáles son los factores
clave de éxito y los riesgos?
Analizando el Modelo
de Negocios
Hay una serie de pasos que se siguen a la hora de
confeccionar el modelo de negocios:
- Determinar ventas actuales y proyectadas, desagregar hasta identificar motores; visualizar en el tiempo los flujos de ingresos.
- Determinar egresos actuales y proyectados, desagregar hasta identificar elementos claves; visualizarlos en el tiempo.
- Determinar la inversión total necesaria, incluyendo capital de trabajo, hasta alcanzar saldo positivo de caja (recuperación de la inversión total).
- Graficar en el tiempo el flujo del efectivo, para visualizar necesidades de financiamiento, equilibrio y saldo positivo de caja.
- Completar con un buen Análisis de Sensibilidad para identificar variables y premisas críticas del negocio. Ver resultados esperados para varios escenarios: probable, optimista y pesimista.
1. Fuentes de Ingresos
Para determinar las ventas
actuales y proyectadas, lo primero es definir las fuentes de Ingresos, y estas
podrían ser:
·
De Flujo
Único: se genera la venta de un solo bien o servicio; el proyecto
prácticamente depende sólo de ese ingreso.
·
De Flujos
Múltiples: se genera la venta de varios bienes o servicios; cada uno de
ellos, lo suficientemente importante, como para impactar en la rentabilidad del
proyecto.
·
Interdependientes:
las ventas de uno o varios bienes o servicios estimulan las ventas de otro
grupo de bienes o servicios. Por ejemplo, rasuradoras y hojillas, o impresoras
y sus cartuchos.
·
Líder a
pérdida: se venden varios bienes o servicios, pero no todos son
individualmente rentables. Uno o varios fungen como “líderes a pérdida”, para
generar tráfico e impulsar otras ventas, pero combinados, la empresa es
rentable. Por ejemplo, se vende un
bien o servicio, a un atractivo precio y hasta asumiendo una pequeña pérdida,
de modo de motivar al cliente a comprarlo, con la convicción de que al
adquirirlo, el cliente con altísima probabilidad comprará otro bien o servicio
complementario que sí tiene un margen de ganancia en nuestro negocio; podría
ser el caso de un queso que haga maridaje e impulse la venta de una buena
botella de vino.
El modelo de Ingresos de tu
proyecto podría incorporar una o varias de las cuatro definiciones de fuentes
de ingreso anteriores; por lo tanto, es importante perfilarlo. El modelo de
ingresos podría ser:
·
Volumen /
Unidad: el cliente paga un precio fijo por cada unidad, a cambio de un bien
o servicio. Por ejemplo, las operaciones de ventas “retail” como en las tiendas
de ropa o en restaurantes.
·
Suscripción
/ membresía: el cliente paga un monto fijo con cierta frecuencia (semanal,
mensual, anual), antes de recibir el producto o servicio. Por ejemplo, el pago
anual de la suscripción a una revista, o la membresía a un gimnasio.
·
Basados
en Publicidad: el usuario final está exento de pagar o paga sólo una fracción
del verdadero valor del bien o servicio. Por ejemplo, estaciones de televisión
o páginas web.
·
De Licencias:
el cliente paga una sola vez una licencia que le permita usar o revender el
producto. Alternativamente, el cliente podría pagar una licencia o “royalty
fee”, en una transacción “business-to-business”. Por ejemplo, una empresa
farmacéutica podría licenciar un medicamento de una empresa biotecnológica.
·
De Pago
Transaccional: el cliente le paga un monto fijo o un porcentaje del valor
total de la transacción, a la empresa que la facilita (o intermedia). Por
ejemplo, empresas de corretaje de valores o intermediación financiera (bancos,
casas de bolsa), o casas de subastas.
·
O un Híbrido
combinando algunos de los anteriores modelos.
Luego hay que proyectar cómo
crecen estos ingresos y definir cómo será la política de cobranza,
porque financieramente no es lo mismo que el cliente pague antes, o en el
momento, o después de recibir el bien o servicio.
2. “Drivers” de Costos
También es importante definir los
costos y gastos claves del proyecto. Generalmente, los costos varían o con el
tiempo o con el volumen de producto. Hay cuatro tipos de costos que definen la
estructura de costos de una empresa:
·
Fijos:
son aquellos que no dependen de las cantidades de producto vendidas, que
independientemente de cuánto se venda, siempre ocurren. Por ejemplo, alquileres
o salarios administrativos.
·
Variables:
son aquellos que sí dependen de las cantidades vendidas, crecen directa y
proporcionalmente con el volumen. Por ejemplo, el costo de materias primas o
comisiones de ventas.
·
Semi-variables:
son aquellos que resultan de combinar costos fijos y variables. Por ejemplo,
los gastos de nómina en un supermercado: el negocio se opera con un determinado
número de empleados dentro de un rango de volumen de ventas o clientes; sin
embargo, si el volumen supera un límite, habría que aumentar la plantilla para
manejar el nuevo tamaño del negocio.
·
No
recurrentes: son costos esporádicos, poco frecuentes o irregulares en la
estructura de costos del proyecto. Por ejemplo, las inversiones en compras de
inmuebles o equipos.
Las Estructuras de Costos son
caracterizadas por el “driver” de costos más dominante. Las más comunes son:
·
Centradas
en Nómina Directa: costos semi-variables determinados por empleados
directamente involucrados en el producto de la empresa. Por ejemplo, empresas
de consultoría, banca de inversión, o manufactureras con producción de
ensamblaje en línea.
·
Centradas
en Nómina de apoyo: costos fijos determinados por empleados indirectamente
involucrados en el producto de la empresa. Por ejemplo, compañías de seguros.
·
Inventarios:
el centro de costos primario se relaciona con el mantenimiento de materias
primas y/o el inventario de productos terminados. Por ejemplo, empresas
manufactureras de automóviles, o empresas concesionarias de vehículos.
·
Espacio /
renta: los costos son determinados por un alto costo por metro cuadrado de
oficina o de espacio de la tienda. Por ejemplo, un restaurante de una zona
concurrida, o un centro de copiado ubicado en un edificio de oficinas céntrico.
·
Mercadeo
/Publicidad: los costos son determinados por el gasto de mercadeo y
publicidad necesario para atraer y retener clientes. Por ejemplo, páginas web
de contenido o de comercio electrónico.
Una vez definida la estructura de
costos del proyecto y sus fuentes de ingresos, es muy útil estimar el Punto
de equilibrio contable para cada período proyectado del negocio; es decir,
estimar cuántas unidades de nuestro producto debemos vender, como mínimo, para
cubrir los costos de cada período. Esto nos permitirá magnificar los esfuerzos
necesarios para cubrir los costos, y ver si es factible alcanzar este punto y
más que superarlo, dado nuestro segmento objetivo del mercado.
3. Tamaño de la Inversión
La inversión máxima se define
como el monto de efectivo requerido antes de que el proyecto alcance un período
de flujo de caja positivo. El tamaño de la inversión total de un modelo de
negocios depende de varios factores: el modelo de ingresos, los “drivers” de
costos, y de factores críticos de éxito.
Es muy útil hacer un diagrama del
flujo de caja esperado, para determinar los requerimientos de caja de un modelo
de negocios; a manera de ilustración:
Este
diagrama puede ser evaluado basado en:
·
Monto
Máximo de Financiamiento Externo necesario: ¿Cuán grande es el déficit de
caja? ¿Por cuánto tiempo hay que invertir?
·
Flujo de
Caja positivo: ¿Cuándo se hace positivo el flujo de caja del proyecto?
·
Punto de
Equilibrio del efectivo: ¿Cuándo el efectivo acumulado pasa de ser negativo
a positivo? ¿Cuándo la sumatoria de flujos de caja positivos compensan la
inversión total? ¿Cuál es su tendencia posterior?
Algunos ejemplos de modelos de
negocios con una inversión requerida muy diferente, son:
·
Producción
de Software: la inversión inicial es muy grande. Luego, una relativamente
menor inversión es necesaria en ventas, distribución y servicio al cliente,
para capturar grandes ingresos por venta del producto.
·
Retail:
las necesidades de capital en la fase de arranque se asocian con costos de
alquiler, inventarios y nómina (es decir, capital de trabajo). Las necesidades
de financiamiento se mantienen relativamente consistentes en el tiempo.
·
Pequeña
empresa de consultoría: muy pequeña inversión inicial en espacios,
computadoras y líneas telefónicas, para comenzar a servir al cliente. Si se
tiene éxito, se requerirán inversiones mayores para contratar personal
adicional, alquilar espacios de oficinas más grandes, y desarrollar
infraestructura de tecnologías de información.
4. Factores Críticos de Éxito / Riesgos
Se trata de aquellas funciones
operativas o competencias que el proyecto debe poseer para ser sustentable y
rentable. Por ello, el éxito de un modelo de negocios depende tanto de la
creación de un modelo viable, como de la
ejecución exitosa de múltiples funciones operacionales.
Hay factores que motorizan a los
ingresos y/o a los costos del proyecto; unos más relevantes que otros. Mediante
un análisis de sensibilidad el emprendedor puede descubrir estos
factores críticos de éxito, por ser ellos los que tienen el mayor impacto en el
tamaño y temporalidad (“timing”) de los flujos de caja futuros.
El análisis de sensibilidad sigue
estos pasos:
·
Se construye el modelo de negocios, que muestre
el “timing” y el tamaño de las entradas y salidas de efectivo o caja.
·
Se seleccionan tres o cuatro parámetros con el mayor
impacto percibido en el flujo de caja del modelo. Por ejemplo: crecimiento en
ventas, tasa de atracción de nuevos clientes, rotación de inventarios, días de
cuentas por cobrar, entre otros.
·
Seleccione un rango razonable para cada
parámetro y luego mida el impacto que tiene la variación del parámetro (a lo
largo del rango completo), en el valor del proyecto o negocio.
·
Repita este proceso para cada parámetro y note
cuáles variables tienen los mayores impactos.
El objetivo de un análisis de
sensibilidad es identificar las variables a las que el modelo es más sensible,
es decir, los “drivers” de valor: los parámetros que destruyen o agregan más
valor al negocio. Esto ayuda al emprendedor a decidir dónde enfocar sus
esfuerzos y controlar pocas variables.
Para concluir, podemos ilustrar
con algunos ejemplos de factores críticos de éxito, según el modelo de
negocios, industria o etapa de desarrollo:
Caso
ejemplo
|
Factor
crítico de éxito
|
Compañía en crecimiento
|
·
Habilidad para atraer nuevos clientes
rápidamente.
·
Habilidad para incrementar producción lo
suficientemente rápido para atender la demanda.
|
Compañía madura
|
·
Habilidad para alcanzar alta utilización de su
capacidad instalada.
·
Habilidad para reducir costos más rápido que
sus competidores.
|
Modelo de Suscripción / Membresía
|
·
Habilidad para retener clientes por largo
tiempo.
·
Habilidad para atraer nuevos clientes a bajo
costo.
·
Habilidad para incrementar consistentemente ventas
de nuevos productos a sus clientes.
|
Modelo basado en Transacciones
|
·
Habilidad para colocar una prima al precio de
un bien/servicio sin incremento en costos.
·
Habilidad para explotar economías de escala para
bajar costos fijos/variables, mientras el volumen de ventas crece.
|
Modelo basado en Publicidad
|
·
Habilidad para mantener ingresos durante
períodos económicos contra-cíclicos.
·
Habilidad para incrementar el gasto de
publicidad de cada cliente.
|
Bueno amigos, esperamos que estas
notas les sirvan de guía para armar sus modelos de negocios, y así tomar las
mejores decisiones en sus emprendimientos. ¡Mucho éxito!
domingo, 30 de junio de 2013
Por qué una moneda vale más que otra
Rafael J. Avila D.
El valor de una moneda no está en sí misma, ni en su denominación, ni en la cantidad de ceros que tenga impresa. Si agarramos un billete, cualquiera que sea, y nos ponemos a detallarlo, veremos que es un simple trozo de papel, con alguna imagen, posiblemente de un prócer o algún símbolo patrio, con sus particularidades y condiciones de seguridad, para hacerlo verdadero y válido, pero simplemente, un trozo de papel con muy poco valor en sí mismo.
Entonces, ¿Dónde está el valor de una moneda?, ¿Dónde reside lo preciada que pueda ser?
Antes de tratar de responder a estas interrogantes, tomemos consciencia de las condiciones que deben cumplir una moneda, para que pueda ser considerada y valorada como tal.
Los intercambios son parte de la vida del ser humano, desde que éste está sobre la faz de la Tierra. Intercambiar unos bienes por otros, es una actividad natural. Así desde sus orígenes, el ser humano ha intercambiado, por ejemplo, vestido por alimento, alimento por armas, trabajo por alimento, e innumerables cosas más. Como es fácil de imaginar, todos los intercambios comenzaron siendo por medio del trueque; es decir, el intercambio directo de un bien por otro, hasta que, en tiempos muy remotos ya, hizo aparición la moneda.
Moneda han sido algunos metales preciosos, como el oro y plata, y hasta en ciertos momentos, y hasta en crisis, moneda han sido la sal, el cacao, el tabaco y hasta los cigarrillos. La aparición de la moneda, también fue natural, espontánea, y así también su desarrollo, hasta la moneda como la conocemos hoy. Y nacen las monedas por la necesidad de facilitar los intercambios.
Aclaremos esto con un ejemplo: imaginemos que los intercambios son por medio del trueque, y que yo sólo poseo una vaca para poder intercambiar, y que necesito adquirir una camisa. Entonces me dirijo al mercado del pueblo con mi vaca (desde tiempos inmemoriales y por un largo período, los pueblos tenían días fijos para intercambiar, los días de mercado). Asumiendo que ese mismo día coincide en el mercado alguien que quiere vender una camisa, nos encontramos para intercambiar. Si la camisa vale mucho más para mí que lo que para mí vale mi vaca, y si para el potencial comprador la vaca vale más que lo que para él vale su camisa, el intercambio se hará de inmediato. Pero si para mí la vaca vale mucho más que la camisa (que es lo más probable que pase), el trueque no se efectuará de forma expedita. Habría que negociar. Si por ejemplo el comprador de la vaca (que es el vendedor de la camisa) y yo conviniésemos en que mi vaca equivale a 20 camisas, ya el valor se definió, pero queda un detalle: tal vez yo no quiera 20 camisas, y más grave aún, sólo tengo una vaca para intercambiar pero... ¿cómo fracciono la vaca? Yo tendría que entregar un veinteavo de mi vaca por una camisa. El problema que tengo reside en que al fraccionar la vaca, la pierdo completa. Tendría que intercambiar, casi de inmediato, los diecinueve veinteavos restantes por otros bienes que además en ese momento yo sienta que necesito, de modo de no perder mi vaca.
Dada esta complicación, el mundo se inventó la moneda; es decir, algo que pueda cumplir con las condiciones de que pueda ser fraccionable, fácil de portar o trasladar, no perecederas, fáciles de acumular, y que sea valorada por muchas personas.
Y esto último, es nuestro tema. Entonces, ¿Dónde está el valor de una moneda? ¿Qué hace que las personas las valoremos?
El valor de una moneda reside en su poder de compra, en su capacidad de ser canjeada por bienes y servicios. Nadie consume, en su sano juicio, a la moneda; más bien la intercambiamos por cosas, por bienes, por alimentos, por vestido y calzado, por maquinarias y equipos, por vehículos, por servicios, entre tantas otras cosas, o la atesoramos, la ahorramos o invertimos, para consumos futuros. Entonces, en la medida que un billete o moneda de una determinada denominación, podamos canjearla por mayor cantidad de algún bien o servicio, pues mayor será su valor. Y en la medida en que esa capacidad de compra se preserve en el tiempo, más valdrá esa moneda, o esa moneda mantendrá su fuerza, su poder. Dicho de otra forma, en la medida en que ese poder de compra se pierda más rápidamente en el tiempo, menos valía tendrá para nosotros esa moneda. Al final, la gente prefiere las monedas que mejor preserven en el tiempo, el valor del fruto de su esfuerzo, de su trabajo diario.
En la medida en que se inyectan más billetes y monedas al torrente sanguíneo de la economía, para una determinada cantidad de bienes y servicios disponibles en la economía, cada unidad de esa moneda podrá adquirir menos cosas. Por lo tanto, la inyección de moneda, sin respaldo en producción de bienes o servicios, es decir, la inflación, se refleja en un aumento de los precios en la economía, o dicho de otra forma, en una reducción del poder de compra de dicha moneda, afectando evidentemente nuestro nivel de vida.
Por ejemplo: supongamos que en toda la economía disponemos de Bs. 1.000, y que en toda la economía hay sólo 1.000 unidades de un único producto disponibles para ser adquiridas. Si esto es así, entonces el precio de cada unidad de producto será Bs. 1 (de dividir Bs. 1.000 por 1.000 unidades). Si ahora el Banco Central inyecta Bs. 1.000 adicionales a la economía, y no ha aumentado la producción, entonces el nuevo precio sería Bs. 2 (de dividir Bs. 2.000 por 1.000 unidades). Antes de la inyección de nueva moneda (inflación), cada unidad de la moneda, es decir, cada Bolívar compraba 1 unidad de producto; y ese era su valor. Ahora, luego de la inflación, cada Bolívar compra ½ unidad de producto; dicho de otra forma, la moneda ha visto reducir su valor a la mitad.
De aquí lo importante de que tomemos consciencia de lo corrosivo que es la inflación.
Finalmente, ¿Por qué una moneda vale más que otra? Porque un billete de una determinada denominación, puede ser canjeado por más cosas que lo que puede un billete de igual denominación de otra moneda; y además, pierde más lentamente este valor en el tiempo.
El valor de una moneda no está en sí misma, ni en su denominación, ni en la cantidad de ceros que tenga impresa. Si agarramos un billete, cualquiera que sea, y nos ponemos a detallarlo, veremos que es un simple trozo de papel, con alguna imagen, posiblemente de un prócer o algún símbolo patrio, con sus particularidades y condiciones de seguridad, para hacerlo verdadero y válido, pero simplemente, un trozo de papel con muy poco valor en sí mismo.
Entonces, ¿Dónde está el valor de una moneda?, ¿Dónde reside lo preciada que pueda ser?
Antes de tratar de responder a estas interrogantes, tomemos consciencia de las condiciones que deben cumplir una moneda, para que pueda ser considerada y valorada como tal.
Los intercambios son parte de la vida del ser humano, desde que éste está sobre la faz de la Tierra. Intercambiar unos bienes por otros, es una actividad natural. Así desde sus orígenes, el ser humano ha intercambiado, por ejemplo, vestido por alimento, alimento por armas, trabajo por alimento, e innumerables cosas más. Como es fácil de imaginar, todos los intercambios comenzaron siendo por medio del trueque; es decir, el intercambio directo de un bien por otro, hasta que, en tiempos muy remotos ya, hizo aparición la moneda.
Moneda han sido algunos metales preciosos, como el oro y plata, y hasta en ciertos momentos, y hasta en crisis, moneda han sido la sal, el cacao, el tabaco y hasta los cigarrillos. La aparición de la moneda, también fue natural, espontánea, y así también su desarrollo, hasta la moneda como la conocemos hoy. Y nacen las monedas por la necesidad de facilitar los intercambios.
Aclaremos esto con un ejemplo: imaginemos que los intercambios son por medio del trueque, y que yo sólo poseo una vaca para poder intercambiar, y que necesito adquirir una camisa. Entonces me dirijo al mercado del pueblo con mi vaca (desde tiempos inmemoriales y por un largo período, los pueblos tenían días fijos para intercambiar, los días de mercado). Asumiendo que ese mismo día coincide en el mercado alguien que quiere vender una camisa, nos encontramos para intercambiar. Si la camisa vale mucho más para mí que lo que para mí vale mi vaca, y si para el potencial comprador la vaca vale más que lo que para él vale su camisa, el intercambio se hará de inmediato. Pero si para mí la vaca vale mucho más que la camisa (que es lo más probable que pase), el trueque no se efectuará de forma expedita. Habría que negociar. Si por ejemplo el comprador de la vaca (que es el vendedor de la camisa) y yo conviniésemos en que mi vaca equivale a 20 camisas, ya el valor se definió, pero queda un detalle: tal vez yo no quiera 20 camisas, y más grave aún, sólo tengo una vaca para intercambiar pero... ¿cómo fracciono la vaca? Yo tendría que entregar un veinteavo de mi vaca por una camisa. El problema que tengo reside en que al fraccionar la vaca, la pierdo completa. Tendría que intercambiar, casi de inmediato, los diecinueve veinteavos restantes por otros bienes que además en ese momento yo sienta que necesito, de modo de no perder mi vaca.
Dada esta complicación, el mundo se inventó la moneda; es decir, algo que pueda cumplir con las condiciones de que pueda ser fraccionable, fácil de portar o trasladar, no perecederas, fáciles de acumular, y que sea valorada por muchas personas.
Y esto último, es nuestro tema. Entonces, ¿Dónde está el valor de una moneda? ¿Qué hace que las personas las valoremos?
El valor de una moneda reside en su poder de compra, en su capacidad de ser canjeada por bienes y servicios. Nadie consume, en su sano juicio, a la moneda; más bien la intercambiamos por cosas, por bienes, por alimentos, por vestido y calzado, por maquinarias y equipos, por vehículos, por servicios, entre tantas otras cosas, o la atesoramos, la ahorramos o invertimos, para consumos futuros. Entonces, en la medida que un billete o moneda de una determinada denominación, podamos canjearla por mayor cantidad de algún bien o servicio, pues mayor será su valor. Y en la medida en que esa capacidad de compra se preserve en el tiempo, más valdrá esa moneda, o esa moneda mantendrá su fuerza, su poder. Dicho de otra forma, en la medida en que ese poder de compra se pierda más rápidamente en el tiempo, menos valía tendrá para nosotros esa moneda. Al final, la gente prefiere las monedas que mejor preserven en el tiempo, el valor del fruto de su esfuerzo, de su trabajo diario.
En la medida en que se inyectan más billetes y monedas al torrente sanguíneo de la economía, para una determinada cantidad de bienes y servicios disponibles en la economía, cada unidad de esa moneda podrá adquirir menos cosas. Por lo tanto, la inyección de moneda, sin respaldo en producción de bienes o servicios, es decir, la inflación, se refleja en un aumento de los precios en la economía, o dicho de otra forma, en una reducción del poder de compra de dicha moneda, afectando evidentemente nuestro nivel de vida.
Por ejemplo: supongamos que en toda la economía disponemos de Bs. 1.000, y que en toda la economía hay sólo 1.000 unidades de un único producto disponibles para ser adquiridas. Si esto es así, entonces el precio de cada unidad de producto será Bs. 1 (de dividir Bs. 1.000 por 1.000 unidades). Si ahora el Banco Central inyecta Bs. 1.000 adicionales a la economía, y no ha aumentado la producción, entonces el nuevo precio sería Bs. 2 (de dividir Bs. 2.000 por 1.000 unidades). Antes de la inyección de nueva moneda (inflación), cada unidad de la moneda, es decir, cada Bolívar compraba 1 unidad de producto; y ese era su valor. Ahora, luego de la inflación, cada Bolívar compra ½ unidad de producto; dicho de otra forma, la moneda ha visto reducir su valor a la mitad.
De aquí lo importante de que tomemos consciencia de lo corrosivo que es la inflación.
Finalmente, ¿Por qué una moneda vale más que otra? Porque un billete de una determinada denominación, puede ser canjeado por más cosas que lo que puede un billete de igual denominación de otra moneda; y además, pierde más lentamente este valor en el tiempo.
martes, 28 de mayo de 2013
Financiando tus proyectos. ¿Cómo el emprendedor financia el proyecto?
Rafael J. Avila D.
Todos los proyectos que emprendemos demandan dinero que será destinado a la inversión en:
A su vez podemos comentar sobre cuál es la fuente generalmente empleada por los emprendedores según la etapa de desarrollo, en la que se encuentre el negocio.
En los primeros estadios de la vida del proyecto (Seed Capital, Start-up y First Stage), suele financiarse con ahorros personales que los emprendedores tengan, con deuda personal (tarjetas de crédito, hipoteca), con familiares y amigos (aunque algunos dirían que con las 3 Fs: Family, Friends and Fools), y con inversionistas "ángeles".
Cuando ya el negocio está entre su First Stage y Second Stage, en las que ya se tienen clientes, se generan ingresos y se expande por vez primera, se incorporan los suplidores o proveedores a las fuentes de financiamiento; estos le venden inventarios y servicios al proyecto y le conceden tiempo para pagar.
También en estas etapas se incorporan los Bancos Comerciales y los Capitalistas de Riesgo (venture capitalists). Estos últimos se vinculan al proyecto o empresa a través de la compra de acciones, comunes o preferidas, o bonos convertibles.
Ya en etapas más maduras, como la Mezzanine Finance (segunda gran expansión) y Bridge Loan (preparación para salir a los mercados de capitales formales), a las fuentes de financiamiento del negocio se incorporan instrumentos como los papeles comerciales y los Bonos.
Una vez alcanzada la madurez, la empresa puede hacer un IPO, acrónimo en inglés para el Initial Public Offer (Oferta Pública de Acciones), y acceder a financiamiento de los mercados de capitales.
El Capitalista de Riesgo
Me parece útil concluir haciendo algunas reflexiones sobre los capitalistas de riesgo, dado que representan una fuente de financiamiento cada vez más empleada por los emprendedores.
Los emprendedores deben estar conscientes que los venture capitalists buscan retornos adecuados a los riesgos que se asumen. En la medida en que el proyecto se perciba más riesgoso, los capitalistas de riesgo estarán dispuestos a poner el dinero si el rendimiento esperado del proyecto es mayor; es decir, a mayor riesgo más retorno esperado. Riesgo y retorno esperado son directamente proporcionales.
¿Qué características debe tener el capitalista de riesgo buscado? Debe ser paciente, agregar valor, ser justo/razonable, rápido en la toma de decisiones y en la entrega del dinero; debe ser un socio y no un adversario. Para ello es muy importante que el emprendedor haga un “due dilligence” (la debida diligencia) de indagación sobre el Capitalista de Riesgo, sea un grupo o un “ángel”.
La labor del venture capitalist es muy importante porque vincula a emprendedores que tienen grandes ideas y proyectos, con inversionistas y con mercados de capitales que buscan buenas oportunidades y rendimientos; con su labor, el capitalista de riesgo mediante la diversificación reduce los riesgos.
Para concluir, me gustaría animarlos a emprender y a hacer uso adecuado de las fuentes de financiamiento. Mucho éxito en sus proyectos.
Todos los proyectos que emprendemos demandan dinero que será destinado a la inversión en:
- Activos fijos, como equipos, maquinarias, inmuebles, computadoras, vehículos, mobiliarios, entre otros;
- Intangibles, como compras de software, marcas, registro de patentes, por ejemplo; y,
- Capital de trabajo que apuntale el arranque o el crecimiento, como podría ser el dinero destinado a compra de inventarios de mercancías, materias primas, insumos, salarios y honorarios a pagar, servicios contratados como alquileres, entre otros.
Por supuesto, para acometer esta inversión requerida alguien
debe colocar el dinero, o al menos aportar los activos necesarios, propiamente.
Es decir, alguien debe financiar el proyecto.
Entonces, ¿Cómo puede el emprendedor financiar sus
proyectos? ¿Qué fuentes de recursos tiene el emprendedor a mano?
Comencemos con las fuentes clásicas de financiamiento.
La banca juega un papel muy importante en esta dinámica. Tiene productos de financiamiento a corto y a largo plazo, entendido el plazo como menor o mayor a un año; es decir, deudas que deben ser repagadas en menos o en más de un año, respectivamente.
Comencemos con las fuentes clásicas de financiamiento.
La banca juega un papel muy importante en esta dinámica. Tiene productos de financiamiento a corto y a largo plazo, entendido el plazo como menor o mayor a un año; es decir, deudas que deben ser repagadas en menos o en más de un año, respectivamente.
A corto plazo el emprendedor puede recibir apoyo de la banca mediante Líneas de Crédito, que son cupos de dinero que la institución financiera otorga al proyecto, y que pueden ser utilizados mediante pagarés o préstamos a corto plazo. Es decir, hoy el banco desembolsa el dinero, o según una programación, dependiendo del caso, y este préstamo debe ser repagado, junto a los intereses que genera, según una programación de pagos o en uno solo, en un plazo menor a un año.
También la banca ha ofrecido, según lo permita el entorno económico, otros productos de financiamiento a corto plazo como descuento de giros, pignoración y factoring; que simplemente consisten en que la institución financiera adelanta un dinero al proyecto, y la garantía o respaldo pueden ser cuentas por cobrar o inventarios que el proyecto tenga. Con la cobranza de tales cuentas o la venta del inventario, se repaga el crédito otorgado.
A largo plazo, la banca ofrece créditos cuyo repago generalmente consiste en una serie de cuotas mensuales, compuestas de intereses y amortizaciones del principal de la deuda.
Por supuesto, para todos estos casos, de corto o largo plazo, la banca podrá solicitar algunas garantías que respalden el financiamiento: "prenda", hipotecas, por ejemplo.
Otras fuentes clásicas de financiamiento a corto plazo que el emprendedor tiene a mano, son:
Como fuentes de financiamiento clásicas a largo plazo, los emprendedores cuentan, aparte de los ya mencionados créditos bancarios, con emisiones privadas de deuda, como bonos, que pueden ser aseguradas o quirografarias, o si ya están en una etapa adelantada de su desarrollo como empresa, pueden acceder a los mercados de capitales, mediante emisiones públicas de deuda o acciones.
Entonces, los mercados de capitales pueden llegar a ser una fuente de financiamiento importante en los proyectos. Los mercados de capitales están conformados por mercados de renta fija (deudas) y por mercados de renta variable (acciones).
Instrumentos de financiamiento de los mercados de renta fija pueden ser bonos de corto o largo plazo, con o sin cupones (intereses). Los bonos sin cupones se conocen como cero-cupón. Los bonos de largo plazo, generalmente tienen una estructura que consiste en una serie de pagos semestrales de sólo intereses (cupones), y una única amortización del capital al vencimiento.
Instrumentos de los mercados de renta variable son las acciones, y estas típicamente pueden ser comunes o preferidas. Las comunes rinden según la diferencia entre el precio de compra y el de venta, y según la repartición proporcional que se haga de las ganancias de la empresa (dividendos). Las acciones preferidas reciben su nombre porque tienen un privilegio, que suele ser: dividendos conocidos a priori, prioridad a la hora de repartir las ganancias.
Por supuesto, es necesario un entorno económico que propicie mercados financieros profundos.
Fuentes de fondos para el emprendedor, asociadas a la etapa del negocio
También la banca ha ofrecido, según lo permita el entorno económico, otros productos de financiamiento a corto plazo como descuento de giros, pignoración y factoring; que simplemente consisten en que la institución financiera adelanta un dinero al proyecto, y la garantía o respaldo pueden ser cuentas por cobrar o inventarios que el proyecto tenga. Con la cobranza de tales cuentas o la venta del inventario, se repaga el crédito otorgado.
A largo plazo, la banca ofrece créditos cuyo repago generalmente consiste en una serie de cuotas mensuales, compuestas de intereses y amortizaciones del principal de la deuda.
Por supuesto, para todos estos casos, de corto o largo plazo, la banca podrá solicitar algunas garantías que respalden el financiamiento: "prenda", hipotecas, por ejemplo.
Otras fuentes clásicas de financiamiento a corto plazo que el emprendedor tiene a mano, son:
- Emitir papeles comerciales: normalmente cuando ya la empresa está en marcha. El proyecto recibe un préstamo hoy, descontados los intereses que debe pagar, y en un plazo menor a un año, tiene el compromiso de retornar el principal del préstamo.
- Proveedores: el emprendedor puede solicitar a los proveedores de bienes o servicios que tiene el proyecto, que le concedan tiempo para pagar los compromisos.
- Accionistas: los socios, promotores y emprendedores también aportan o prestan capital al proyecto. Nuevos inversionistas pueden aportar capital mediante la adquisición de acciones en emisiones privadas, y así ser sólo socios capitalistas.
Como fuentes de financiamiento clásicas a largo plazo, los emprendedores cuentan, aparte de los ya mencionados créditos bancarios, con emisiones privadas de deuda, como bonos, que pueden ser aseguradas o quirografarias, o si ya están en una etapa adelantada de su desarrollo como empresa, pueden acceder a los mercados de capitales, mediante emisiones públicas de deuda o acciones.
Entonces, los mercados de capitales pueden llegar a ser una fuente de financiamiento importante en los proyectos. Los mercados de capitales están conformados por mercados de renta fija (deudas) y por mercados de renta variable (acciones).
Instrumentos de financiamiento de los mercados de renta fija pueden ser bonos de corto o largo plazo, con o sin cupones (intereses). Los bonos sin cupones se conocen como cero-cupón. Los bonos de largo plazo, generalmente tienen una estructura que consiste en una serie de pagos semestrales de sólo intereses (cupones), y una única amortización del capital al vencimiento.
Instrumentos de los mercados de renta variable son las acciones, y estas típicamente pueden ser comunes o preferidas. Las comunes rinden según la diferencia entre el precio de compra y el de venta, y según la repartición proporcional que se haga de las ganancias de la empresa (dividendos). Las acciones preferidas reciben su nombre porque tienen un privilegio, que suele ser: dividendos conocidos a priori, prioridad a la hora de repartir las ganancias.
Por supuesto, es necesario un entorno económico que propicie mercados financieros profundos.
Fuentes de fondos para el emprendedor, asociadas a la etapa del negocio
A su vez podemos comentar sobre cuál es la fuente generalmente empleada por los emprendedores según la etapa de desarrollo, en la que se encuentre el negocio.
En los primeros estadios de la vida del proyecto (Seed Capital, Start-up y First Stage), suele financiarse con ahorros personales que los emprendedores tengan, con deuda personal (tarjetas de crédito, hipoteca), con familiares y amigos (aunque algunos dirían que con las 3 Fs: Family, Friends and Fools), y con inversionistas "ángeles".
Cuando ya el negocio está entre su First Stage y Second Stage, en las que ya se tienen clientes, se generan ingresos y se expande por vez primera, se incorporan los suplidores o proveedores a las fuentes de financiamiento; estos le venden inventarios y servicios al proyecto y le conceden tiempo para pagar.
También en estas etapas se incorporan los Bancos Comerciales y los Capitalistas de Riesgo (venture capitalists). Estos últimos se vinculan al proyecto o empresa a través de la compra de acciones, comunes o preferidas, o bonos convertibles.
Ya en etapas más maduras, como la Mezzanine Finance (segunda gran expansión) y Bridge Loan (preparación para salir a los mercados de capitales formales), a las fuentes de financiamiento del negocio se incorporan instrumentos como los papeles comerciales y los Bonos.
Una vez alcanzada la madurez, la empresa puede hacer un IPO, acrónimo en inglés para el Initial Public Offer (Oferta Pública de Acciones), y acceder a financiamiento de los mercados de capitales.
El Capitalista de Riesgo
Me parece útil concluir haciendo algunas reflexiones sobre los capitalistas de riesgo, dado que representan una fuente de financiamiento cada vez más empleada por los emprendedores.
Los emprendedores deben estar conscientes que los venture capitalists buscan retornos adecuados a los riesgos que se asumen. En la medida en que el proyecto se perciba más riesgoso, los capitalistas de riesgo estarán dispuestos a poner el dinero si el rendimiento esperado del proyecto es mayor; es decir, a mayor riesgo más retorno esperado. Riesgo y retorno esperado son directamente proporcionales.
¿Qué características debe tener el capitalista de riesgo buscado? Debe ser paciente, agregar valor, ser justo/razonable, rápido en la toma de decisiones y en la entrega del dinero; debe ser un socio y no un adversario. Para ello es muy importante que el emprendedor haga un “due dilligence” (la debida diligencia) de indagación sobre el Capitalista de Riesgo, sea un grupo o un “ángel”.
La labor del venture capitalist es muy importante porque vincula a emprendedores que tienen grandes ideas y proyectos, con inversionistas y con mercados de capitales que buscan buenas oportunidades y rendimientos; con su labor, el capitalista de riesgo mediante la diversificación reduce los riesgos.
Para concluir, me gustaría animarlos a emprender y a hacer uso adecuado de las fuentes de financiamiento. Mucho éxito en sus proyectos.
domingo, 21 de abril de 2013
El efecto corrosivo de la inflación
Rafael J. Avila D.
El fenómeno inflacionario está en
la raíz de prácticamente todas nuestras quejas e insatisfacciones, en cuanto a
las relaciones económicas que llevamos con otras personas, con la empresa en la
que trabajamos, entre el negocio que dirigimos y sus stakeholders o dolientes; en fin, en la relación entre agentes
económicos: personas, empresas y el Estado.
¿Qué es la Inflación? ¿Cuáles son sus consecuencias?
Nos quejamos de: elevados precios
de bienes y servicios, escasez, desabastecimiento, acaparamiento, especulación,
pobreza, crisis económicas, desempleo, escasos salarios, inseguridad, entre
tantas otras cosas. Y nos quejamos con razón: estas son todas unas calamidades.
¿Qué es la Inflación? ¿Cuáles son sus consecuencias?
Existen dos definiciones de
inflación, una más conocida que la otra.
- La primera es la Inflación de moneda, que consiste en un aumento de la cantidad de moneda en circulación en la economía, representada por la emisión de deuda de los bancos y por la creación de cuentas corrientes, por la emisión de deuda del Banco Central, o por la simple impresión de moneda. Es un aumento en la oferta de dinero y crédito en la economía. Este es el verdadero origen del problema inflacionario.
- La segunda definición es la Inflación de precios. Esta consiste en el aumento general de los precios de los bienes y servicios en la economía. Es la más conocida o popular de las definiciones de inflación, sobrevenida con la modernidad. Sin embargo, es el reflejo del problema, mas no es su causa.
El aumento de la cantidad de
moneda en circulación en la economía, pone en manos de la ciudadanía más dinero
para poder consumir; esto hace que la demanda sobre bienes y servicios aumente,
lo que para una oferta de bienes y servicios más inelástica y que no puede
ajustar su producción instantáneamente a los nuevos niveles de demanda, tiene
como efecto un aumento en los precios de
los bienes y servicios.
La corrosión de la inflación está justamente en que luego del aumento
de los precios en la economía, si nuestros ingresos no han crecido a la misma
razón, podremos adquirir menos bienes y
servicios; es decir, nuestro poder
de compra se ha reducido afectando nuestro nivel de vida. Para verlo con un
ejemplo sencillo, si hoy tenemos un ingreso de Bs. 1.000 podremos comprar 100 artículos que tengan un precio de
Bs. 10 cada uno. Si en cuestión de un año, por ejemplo, los precios en la
economía aumentasen 50%, quiere
decir que cada unidad de este artículo ahora cuesta Bs. 15; lo que para un
mismo nivel de ingresos de Bs. 1.000, nos permitirá adquirir sólo 67 unidades del referido artículo. Es decir,
nuestra capacidad de compra ha caído
de 100 unidades a 67, ha mermado, se ha
corroído un 33% (un tercio).
Por supuesto que la inflación no nos golpea a todos por igual, porque
no todos tenemos la misma cesta de
consumo: unas personas dedican más parte de su ingreso al consumo de
alimentos, por ejemplo, que otras. Su impacto dependerá de la variación que
registren los precios de cada uno de los bienes y servicios que particularmente
consumimos.
El fenómeno inflacionario tiene nefastas consecuencias para el ciudadano de
a pie. Entre ellas pueden destacarse, inicialmente, la pérdida del poder adquisitivo del dinero. El acaparamiento y la especulación
no son causas, son más bien consecuencias de las medidas inflacionarias, que
por supuesto empeoran la situación.
El aumento de la cantidad de
dinero impreso por el Banco Central, y sin contraprestación en nueva producción,
puesto en manos de los ciudadanos, y que termina reflejándose en un aumento
general de los precios de bienes y servicios, hace que el poder de compra de la moneda descienda. El valor de una
determinada moneda no está en la cantidad de ceros o en el tamaño de la cifra
que indique el papel moneda o billete, sino en su capacidad de comprar, de ser
canjeado o intercambiado, por una mayor cantidad de bienes o servicios. En
la medida en que este poder de canje desciende durante un período, en esa misma
medida la moneda en cuestión pierde valor, se
hace débil.
Dado esto, los ingresos que recibimos
los ciudadanos como contraprestación del servicio que prestamos a la sociedad, el fruto de nuestro trabajo y esfuerzo
diario, y los ahorros producto de ese esfuerzo, con el paso del tiempo tienen menor poder de compra, es decir,
valen menos. Si esta situación de
pérdida del valor de la moneda, persiste en el tiempo, la ciudadanía se va empobreciendo materialmente, desciende nuestro
nivel de vida, lo que a largo plazo va generando un malestar general tendiendo
a conflictos sociales. Más si en el proceso una mayoría se empobrece mientras
una minoría se enriquece.
Si existe una expectativa de inflación en la
ciudadanía, o si ya se ha materializado el aumento general de los precios, y
con ello, la pérdida del poder adquisitivo de la moneda y el consecuente
descenso del nivel de vida, los grupos de interés más organizados, como pueden
ser los sindicatos de trabajadores, presionarán
para obtener de las empresas en las que prestan servicios, mayores
retribuciones y beneficios salariales, lo que a su vez estimula a la empresa a aumentar los precios de sus productos,
lo que por ende encarece la vida de los
trabajadores, desencadenándose así un circulo
vicioso, que podría terminar en una espiral hiperinflacionaria.
Para concluir, es muy importante
que los tomadores de decisiones públicas, los hacedores de políticas públicas,
y principalmente la sociedad en general,
nosotros los ciudadanos de a pie, reflexionemos
sobre el tema de la inflación, y tomemos conciencia de lo beneficioso que
sería para todos como sociedad, que nuestros gobiernos no impulsaran políticas inflacionarias, y que los ciudadanos se lo
exigiésemos.
viernes, 15 de febrero de 2013
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